lunes, 23 de abril de 2007

Reapertura del MAMBA

Por Victoria López Zeta

El tres de mayo el Museo de arte moderno de Buenos Aires –MAMBA- reabrirá sus puertas en el Correo Central, su sede provisoria mientras duren las obras de remodelación del edificio de la calle San Juan.
La reapertura contará con una muestra antológica del artista argentino Luis Felipe Noé en la que el espectador podrá apreciar la excelencia de su trayectoria así como la intensidad de sus imágenes. Por otro lado, la muestra permanente incluirá dibujos de Ernesto Ballesteros, una instalación de Leo Estol y pinturas de Vantongerloo, Kandisky, Albers, Maldonado y Vitullo.
Las actividades audiovisuales estarán a cargo del compositor Jorge Haro, que coordinará un ciclo de música experimental y un programa de conciertos, conferencias e instalaciones, organizados en ocho fechas a lo largo del año.
Además, en un nuevo intento por incentivar la creación, este año el mueso hará una convocatoria a un concurso de arte sonoro y música experimental.
Desde el Correo Central, el MAMBA vuelve a renovar el compromiso de ofrecer las últimas propuestas en video-arte, artes digitales y nuevos medios, con las que el público joven y actual hallará una gran correspondencia.

'Voy a llegar al lugar con un par de lápices negros y un sacapuntas. Haré lo posible para que la muestra tenga un lejos invisible, es decir que más allá que los dibujos sean sobre la pared y de gran tamaño, lo óptimo sería que se cree una relación íntima con el espectador, y que este solo pueda percibir la muestra una vez que haya descubierto las líneas perdidas.'

Ernesto Ballesteros


Luis Felipe Noé

Junto con Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, Noé creó del movimiento Nueva figuración surgido en la argentina en la década del 60.
Con el objetivo de entenderse de la mejor manera posible con el mundo que los rodeaba, los creadores del movimiento se habían propuesto con sus pinturas, superar los límites de la figuración y de la asbtracción y terminar con los prejuicios académicos y de vanguardia que circulaban entonces.
Luis Felipe Noé, el artista que rescata la honestidad con uno mismo, más allá de las modas y la capacidad de saber lo que se quiere, como las dos condiciones más difíciles, pero fundamentales, para crear un interesante camino, vivió y expuso su obra en la ciudades de París y Nueva York, y en 1985 la Bienal de San Pablo le rindió un histórico homenaje. En el año 2002, recibió el premio Kónex de Brillante en Artes Visuales.

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